haiku
hueso más carne
los sentidos me engañan
muy poco tengo
hueso más carne
los sentidos me engañan
muy poco tengo
dos
la peste profana del tiempo
esta pasión que cae por el instante
con limpias cenizas del ayer
corte en giramiento de vientos
uno
una voz carmesí
recitó su trajinar de hielo
mientras tenue ilusión deshacía
onda que pasaba a través
cero
punta de metal
transita esta carne blanda
no fue sino el ansia
lo que sangró
aquí y ahora.
un sitio del universo
débil momento
aquella vez te interrogué
al interrogarte
sobre el deseo sobre la necesidad
naturaleza de espejo
sobre el punto a dirigir
confiriendo tu mirar en mí
la flecha que partía de mí
en tu continuo reflejarte
entonces la cuerda de tu arco
reciprocidad ficticia
se tensó disparando
hacia tu propio centro
vuelta al punto de inicio
empezando nuevamente
nunca con ánimo idéntico
luego busqué tu mirada
buscándote yo estaba
en afán desorbitado de tu encuentro
cuando desesperadamente
era tal vez el descubrir tu imagen
nada más que encontrarme
la necesidad de tu deseo
con el brillo de lo de adentro
órbita ocular contrayendo el iris
redescubrir mi reflexión en tus ojos
trayectoria en arco reflejo
ánimo tenaz
alterna en el ciclo de
luces y sombras
fuera de aquí
vieja historia que cala en mi lengua
estremecimiento de humo
como tu sombra de cadenas
vete de mí
estertor de presencia
con tu ajado lugar de mitos
tosco umbral del repetir
abandóname
cocina de barcos encallados
cipreses en cementerio de dichas
ombligo de mí
aléjate rápido
relámpago de profetas
con tu equipaje cargado
de remolinos que el viento deja
no es tu lugar
éste que he preparado
para celebrar la muerte
de quien te ha dejado ir
los ojos del gato
brillan en el aire negro
preguntándome
acople de sal en derredor
ínfulas de terror desmayado
paria de un gajo en giramiento
tríptico formado por dos vértices
azul cayó en la mismidad
esdrújulo tránsito patético
revueltas abismando volutas de baba
hálito difuso tornando el archipiélago reverso
lebreles de lo abyecto que parodian
esta feria de la decepción vacilante
imagen como zozobra del yo
yo como tormenta del antes
tirano infatuando cadáveres infectos
querrá la turbulencia aniquilando la masa
una fulguración confidencia el acecho
indolente aquel que perplejiza su ansia
locos obsesos los que tiemblan
está el fracaso en su hálito vórtex
paroxismo de profanación
nunca tu perversa hiel lloró
repugna oír tu delirio en difusión
mañana fue el infortunio estupor
palabras
palabra
palbras
labras
labaspalas
el viento entra por
la ventana, genera
un movimiento
adónde me trajiste
con tu más burlona risa
con tu forma de beber el viento
como si fueras el avatar demente
que el devenir siempre nos reserva
la vida era la que pasaba
y yo sin darme cuenta de su viaje continuo
empecinando la forma de hilar
la madeja más feroz
de esta trama del azar inaudito
de dónde fue
que me sacaste
con tu tajante lazo de hiel
con tu agitar de cada instante
siendo las palabras dichas tatuadas bajo fuego
sin saber sobre el mundo que los ciegos crean
frente a la luz del sol
y yo con tantas vacilaciones para ofrendarles
y yo con esta carga de escombros
que el tiempo de nuestra base horada
dónde estaba yo
con mi desolación de luna
como un camello solitario atravesando el desierto
fotografiado en sus perfiles por tu indiscreto viento
como una cáscara de cangrejo articulada
y arrojada hacia la luz de la playa
por esta alta marea que golpea los cimientos
y yo que ayer soñé escapándome
los perros de la memoria tras mis huellas corrían
despertaba cuando al fin lograba desorientarlos
por qué me llamaste
fue, tal vez, el tuyo el grito del tiempo
por qué tu cuerpo se acaricia en mis noches
por qué tus gemidos siguen mi recuerdo
nunca busqué profanar tu destino
mas bien me sometí al deseo
que las siempres ironías que la vida teje
son el entramado azar del movimiento
como el tejido de tu viento atravesando mi desierto
con el tránsito que cala en los huesos
con ese frío que sólo puede dar la lluvia al alma
acaso no sabes
que mi felicidad fue palabra triste
que mi gato ácrata a menudo me responde
con el fuego de tu mirada
con tu aliento de tormentas
que descubrí en el ausente mapa de mi cielo
una galaxia delineando tu trenza
que se textura mi existencia en el tejido
con la marca de tu ánimo
que con suerte hubiera roto esos hilos invisibles
que tornan bruscas mi lengua y mis manos
y así me encuentro
pirata en una isla vacía
sin tesoro ni barco para retornar a puerto
con esta ceguera que el sol sentencia
cuando se vuelven bruscos mis movimientos
al conjurar tu presencia y gestos
tratando de cruzar cerradas puertas, o abiertas
los límites de tu propiedad privada
queriendo ser un dócil animal que se adapte
a los caprichos de tu talle
sin futurologías, siguiendo su instinto
aquellos perros de la memoria volvieron para encontrarme
por qué te vas ahora
dónde me llevas
con tu corazón más lejano que Beijing
con tu intención en divergencia
atravesando la ciudad por un atajo en diagonal
bajo esta lluvia de hielo
cuando al fin podía fotografiar los giros del humo
enlentecidos, ascendiendo ante tu rostro
y yo que comenzaba ensoledándome
espiralando hacia arriba
enarbolando mis palabras
como estandartes, como filos, como caricias
entonces es cuando la rueda gira
su rumbo cambia lo femenino y masculino
placer y dolor nunca se funden
se alternan ante ese cambio de horizonte
donde el paraíso y el infierno
colisionan sin alguna vez superponerse
se fragmentan en la única existencia que tenemos
adolescente amor
quisiera saber por qué
asaltas con esta vaga sensación
de sorpresa o de alarma
danzando en mi íntimo interior
cuando me descubro yendo
quizás hacia un lejano sur, al pie de una montaña
adónde voy?
le daré importancia a las palabras esta vez
alguien dijo en algún momento
que la belleza se encuentra
en el límite de lo que soportarse pueda
yo te declaro mi empecinada e inaudita belleza
el íntegro olor
se suspende en el filo.
la primavera
si en algún lugar de mí existiera
la conexión con la prosa
que reprodujera el detalle minúsculo
de lo alejado para siempre
aquella niñez con su flamante mundo
descubriéndose cada día
de las horas interminables
con sus tardes como siglos
ollas burbujeantes en su latido térmico
las cucharas chocando y en vaivén cadencia
las manos de mi abuela evocando los demonios
animadores del alimento
verduras algunas suaves del limbo
otras con su costado acre que alerta
las carnes terrestres como apoyo del alma
rechinando sobre el fuego
la leche en su expansión salvaje
y haciéndome nausear...
si en algún lugar de mí persistiera
aquél hálito de ese momento exacto
que se sucedía día tras día
igual a sí mismo
de lo familiar redescubriéndose
en un nuevo ciclo de gentes
la postura imponente del chocolate
en la lata de aquel jarro
camino en ascenso, inherente de una buena sartén
cumpliendo con su función de agitar el deseo
toma por asalto de aquel instante
por el pescado llegado de la feria
mandarinas pulverizadas, desgajadas
en acto de epílogo ritual
la voz de mi madre recitando las tablas
de la ley de la cocina...
si algún tiempo en mí dejara
la traza que sella el aroma del recuerdo
la inspiración que todo lo hace volver
a repetirse sagradamente...
quizás podría mirar la felicidad desde siempre
salto a salto va
el gorrión por la cornisa
el equilibrista
algo se quebró
algo crujió dentro
algo suspendido en el aire
se romperá llegando al suelo
algo estampado en el tiempo
se difumina luego
lineas de fractura recorren
en este instante
su estructura de fuego
la frágil gracia de eso
no perdurará tras el evento
se parte se rompe se divide
futuro y pasado en acto incierto
algo se bifurca
cada parte en desconcierto
hay un insecto
insistiendo aún en golpear
la brillante luz
esta tribu más atribulada
con el atributo trivial
meretriz memorizada
por las amebas ambarinas
tanto amables
como viscosas y aviesas
atraviesa el tramo de esta trama
proclamando clandestinamente
al clan aclamador de las ánimas ánades
anarcoanimales y antagonistas
intensamente intiman
a los individuos invisibles e indómitos
que inundaron con sus huellas
hollando el mar del instante
oyuelos inyectan instintos
instando a instalar
el hollín hallado allí
llorarán llamando al mafioso
con semáforo de llamas
aforo furibundo
que defeca fermentos furiosos
defecciona ante las frivolidades
que el estafador falsea en derredor
al derribar los derroteros del terror
presa el ansia
se retuerce en la noche
busca su salida
cosmopolitamente escasos
mansamente irreductibles
realistamente utópicos
amargamente esperanzados
concupicentemente incorruptibles
crédulamente iconoclastas
totalitariamente libres
constructivamente demoledores
consecuentemente desobedientes
unánimemente diversos
ingenuamente lúcidos
pacíficamente vindicadores
solidariamente feroces
multitudinariamente individuos
adjetivamente anarquistas
el tiro al blanco
que desencadena el
derrame fértil
(voz 1)
antes
luces y sonidos
(voz 2)
ágata gaviota árbol
giro carmesí de caracolas
azulando amapolas con crisol del aroma
la pupila de madreselva
dejó su huella en los pétalos
entonces las palomas de ébano
esculpieron la hiedra
púrpura piedra resolviendo
el acertijo ungido
por el carmín del helecho
talismán de tierra
traslució su clepsidra cual mariposa
hospedación de un templo en carrusel
semilla de madreperlas
(pausa)
te estoy escribiendo sobre la otredad de cielo
lumbre de nácar sobre el musgo
(voz 1)
oscuridad
(voz 3)
carne escoria pústula
subversión de nardos en celo
vomitación de perfidia de coágulos
la causticidad suma su coseno fétido
estroncio absurdo de la flema
tan muerto de marrón
entonces lombriz suicidándose
pene enajenando su prótesis
vulva como pedorro excremento
cacofonía patibularia del verdugo
vejiga que quiso sudar costra
cambió su culpa por un esfínter
el estertor increpa en corte al ras
estrafalaria percha sucia de riñón
(pausa)
te estoy hablando sobre la basura frita
pelusa de nylon sobre un ornitorrinco
(voz 1)
silencio
nada
luego